¿Operaciones de avanzada o base militar operativa.
proceso de registro y identificación de trabajadoras sexuales en el 2001. Esta campaña
incrementó el número de trabajadoras sexuales registradas formalmente, lo que
nos hizo pensar que el trabajo sexual había aumentado con la llegada de los
estadounidenses; sin embargo, el índice acelerado de crecimiento se paró en el
2002, y en los años siguientes no tuvo mayores incrementos.
«Yo no creo que por los estadounidenses haya aumentado la prostitución; eso no lo creo. Si usted
conoce muy bien la ciudad y recorre esos lugares verá que la presencia de ellos es puntual. Hay 2
o 3 negocios a donde pueden asistir cuando tienen autorización, pero no acuden en número masivo;
nosotros lo sabemos de acuerdo a los informes que tenemos de los militares. La presencia promedio,
unas veces más y otras veces menos, es de 200 ciudadanos extranjeros que están operando, pero no
todos están libres para salir a la ciudad a comer o a farrear; entonces sale un grupo de 5 a 10
ciudadanos extranjeros. Yo no creo que 10, 20 o 30 hayan provocado el aumento de la prostitución
aquí en Manta»
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.
Los dueños de los prostíbulos, al igual que los dueños de los bares remodelados, se
quedaron esperando la llegada de los soldados estadounidenses y éstos no llegaron,
o llegaron muy esporádicamente. Pocos empresarios tuvieron una visión real de lo
que estos soldados estadounidenses iban a consumir.
Al inicio de la presencia estadounidense en Manta, el personal militar y civil destinado
al FOL estaba alojado en el Hotel Oro Verde, esto mientras terminaban la
construcción de las instalaciones en la Base de Manta. Al estar hospedados en el
Oro Verde, los militares frecuentaban los bares del Malecón y la denominada Zona
Rosa, esto provocó el entusiasmo de los empresarios y el que la ciudadanía asocie la
presencia de los estadounidenses con el crecimiento de los centros de diversión y el
trabajo sexual.
El ataque a las Torres Gemelas cambió la dinámica y el entusiasmo de los
empresarios, pues los militares se encerraron en las instalaciones de la Base y dejaron
de concurrir a los lugares de diversión, hasta que el personal de seguridad del FOL
diseñe un plan de seguridad para que los militares estadounidenses puedan divertirse;
de esta manera se solicitó la presentación de propuestas de atención a diversos
bares y restaurantes de Manta; uno de los locales elegidos fue el «Cadillac», de
propiedad de Máximo (Max) Castro y Ximena Ruano, y el que se convirtió en el
punto de referencia de los estadounidenses.
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Entrevista al Jorge Zambrano, Alcalde de Manta. Manta, julio de 2007
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